Máximo Thomsen rompió el silencio desde la cárcel donde cumple su condena por el asesinato de Fernando Báez Sosa. El joven de 24 años admitió que le pegó al estudiante de Abogacía en la puerta del boliche Le Brique en Villa Gesell pero recalcó que su intención no fue matarlo. "No me considero un asesino", sentenció entre lágirmas.
Durante la entrevista con el periodista Rolando Barbano, Thomsen dio su versión de los hechos, lloró frente a cámara, acusó a sus compañeros y hasta dijo que reza por Fernando Báez Sosa.
“Yo llegué borracho al boliche. Lo que me acuerdo es que yo estaba agarrado de la barra, de espalda a la pista, y siento que alguien se me había caído encima. Era Matías (Benicelli) que me dicen que le habían pegado y nos sacan a los dos. Yo no sabía, pero era Fernando Báez Sosa el que le pegó a Matías una piña en la frente”.
“Yo nunca me peleé dentro del boliche. Nunca tuve contacto visual con Fernando. Cuando me sacan, siento que me estaban asfixiando. Afuera mis amigos se vuelven a pelear y cuando terminan cruzamos. De frente vemos a alguien que nos hacía burla y era Fernando”, agregó y explicó que salió corriendo con sus amigos porque formaba parte del grupo.
Qué dijo Máximo Thomsen sobre la huella de su zapatilla en la cara de Fernando Báez Sosa
El ex rugbier contó su versión sobre la pericia que mostró la huella de su zapatilla en la cara de Fernando. “Sinceramente, no recuerdo mucho. Pero me acuerdo de que entré a la pelea pateando”, comenzó diciendo.
“Cuando vi en el juicio que estaba mi zapatilla, dije ‘sí, es mía’, porque yo nunca me quiero esconder de lo que pasó, pero realmente quiero que si somos culpables de algo, que nos culpen por lo que pasó, no por algo que dicen que pasó”, agregó.
En esta misma línea, afirmó: “Yo estuve ahí, sí participé, le pegué, pero nunca quise que terminara así. Es difícil porque también es un cargo de conciencia importante, porque cuando uno no lo busca, no se la espera y no espera estas consecuencias".
En diálogo con Telenoche, concluyó: "Pensar que es una persona igual que nosotros, con las mismas ideas, joven y cargar con la conciencia de que fue por culpa de nosotros, mía también, de todos. Es algo que jamás en la cabeza se nos puede cruzar. Podemos ser buenas o malas personas, pero sé que ninguno de nosotros quiso que esto pasara".